Capítulo 11 Adiós Zona De Confort, Hola Incertidumbre
Parte 2 Aceptación
2024
Capítulo 11 Adiós Zona De Confort, Hola Incertidumbre
Capítulo 11 Adiós Zona De Confort, Hola Incertidumbre
Capítulo 11 Adiós Zona De Confort, Hola Incertidumbre
Septiembre
0
Aún cuando ya había aceptado la propuesta de trabajo hace unas semanas, fue una decisión difícil de ejecutar, me he tomado mi tiempo, no les voy a mentir. Tengo una hija preadolescente con su vida hecha aquí en Miami, una mamá que me apoya con todo y está dispuesta a irse conmigo, pero también tiene su trabajo, su vida y sus conocidos aquí en Miami, mis amigas, uff, qué voy a hacer sin ellas cerca, y Alejandro, si ya tenía dudas de lo nuestro imagínense ahora con la distancia de por medio.
Pero la verdad es que ya no podía retrasarlo más. Además de que todo estaba listo en California y solo esperaban por mí, el trabajo aquí ya era insostenible, no aguantaba más a Mr. Miller con sus arranques de prepotencia, ni a su séquito de zombies corporativos que parecen no tener ni una pizca de alegría en el cuerpo. Me sentía estancada, frustrada, sin motivación. Era como si estuviera respirando el mismo aire viciado todos los días, y necesitaba una bocanada de aire fresco. Necesitaba un cambio, un nuevo desafío, una oportunidad para crecer. Y aunque me da miedo la incertidumbre (que a veces me visita por las noches y me susurra al oído todas las cosas que podrían salir mal), la emoción de empezar de nuevo es más fuerte. Es como si una llama se hubiera encendido dentro de mí, una llama de esperanza, de ilusión, de ganas de comerme el mundo. He estado pensando mucho en lo que quiero hacer con mi nueva vida en Los Ángeles. Me gustaría tomar mi trabajo y transformarlo en algo que me apasione, que me permita expresar mi creatividad, que me haga sentir que estoy contribuyendo al mundo, y es todo un reto implementar esto en la nueva propuesta. Aunque para ser sincera, con esta nueva estructura tengo mucha más libertad de decisión y ejecución. La nueva sucursal tiene un nuevo concepto, una visión más moderna, más humana, más enfocada en el bienestar de sus clientes y sus empleados. Todavía no tengo claro qué es exactamente lo que voy a hacer para llevarlo a cabo, pero estoy abierta a las posibilidades. He estado investigando sobre diferentes opciones: buscar proyectos inmobiliarios más sostenibles, desarrollar un plan para apoyar a los emigrantes que vienen llegando a que puedan adquirir una vivienda mucho más asequible y sin tanta burocracia, implementar cursos de inglés para los colaboradores de Latinoamérica, diplomados para adquirir la licencia de Realtor en California y capacitaciones en ventas y atención al cliente para emigrantes que quieran tomar esta oportunidad laboral e iniciar su carrera en este país. Yo ya pasé por ahí, como dirían aquí “Been there, done that”.
Y es que llegar sin nadie que te apoye no solo es extenuante, también da mucho miedo porque no sabes por dónde empezar ni con quien hablar. Puede llegar a ser bastante frustrante al principio, porque las oportunidades del sueño americano suelen ser más una pesadilla que otra cosa, y porque la necesidad de reinventarnos, en medio del duelo por dejar tu vida atrás y las exigencias de las cuentas por pagar que te obligan a ver como van desapareciendo fugazmente tus ahorros, te hace cuestionarte si tomaste la decisión correcta… Por eso sé que soy la persona correcta para llevar a cabo esto, y porque tengo la necesidad empírica (aunque sea desde mi lugar) de contribuir, aportar, sumar, y trabajar con un propósito concreto. Quiero ayudar a otras personas que están pasando por lo mismo que yo pasé, quiero facilitarles el camino, quiero ser una luz de esperanza en medio de la incertidumbre. Sé que el camino no será fácil, habrá obstáculos, momentos de duda, fracasos. Pero estoy dispuesta a enfrentarlos, a aprender de ellos, a crecer. Porque la vida es demasiado corta para quedarse en la zona de confort, para conformarse con lo que uno tiene, para renunciar a los sueños. Y yo, estoy lista para soñar en grande, para volar alto, para crear un vida apoteósicamente fantástica. Así que adiós zona de confort, hola incertidumbre. ¡Próxima parada, Los Ángeles! Estoy lista para la aventura.
Septiembre 2023
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La noticia de mi partida a Los Ángeles generó una mezcla de reacciones en mi entorno. Mi mamá, como siempre, fue un apoyo incondicional. Aunque le daba pena que me fuera de Miami, porque decidimos que no vendría con nosotras, estaba emocionada por mí y por la nueva etapa que estaba a punto de comenzar. —Mi niña, estoy tan orgullosa de ti —me dijo con los ojos llenos de lágrimas, mientras me ayudaba a empacar las cosas—. Sé que vas a triunfar en Los Ángeles. Y no te preocupes por mí, yo estaré bien aquí. Además, puedo visitarte cuando quiera. Mi hermana Anna, por otro lado, se lo tomó con más humor. —Al fin te libras de este hueco —me dijo con una sonrisa pícara—. Vas a ver que Los Ángeles es lo máximo. Fiestas, famosos, playas… ¡Vas a vivir como una estrella de cine! Mis amigas, Sofía, Gabriela y Cristina, estaban tristes por mi partida, pero también emocionadas por mí. Hicimos una fiesta de despedida en mi apartamento, con pizza, vino, y música a todo volumen. Bailamos, cantamos, reímos, y lloramos. Fue una noche inolvidable, llena de emociones encontradas. —Te vamos a extrañar muchísimo amiga —me dijo Sofía, abrazándome con fuerza. —Pero no te vas a librar de nosotras tan fácilmente —agregó Gabriela—. Te vamos a visitar a cada rato. —Y recuerda que siempre estaremos aquí para ti, pase lo que pase —dijo Cristina, con una sonrisa tranquilizadora. —Eh, eh, eh, ¿que pasó pues?, los sábados siguen siendo sagrados, y yo no me pierdo esos chismes de California por nada del mundo, así que tertulias para el alma online, eso sí, con margaritas incluidas por favor— dijo Gabriela animándome. La despedida con Alejandro fue la más difícil. Habíamos estado saliendo durante varias semanas, y la conexión entre nosotros era cada vez más fuerte. Pero la distancia era un obstáculo que no sabíamos cómo superar. —No quiero que te vayas —me dijo Alejandro, abrazándome con fuerza—. Te voy a extrañar demasiado.
—Yo también te voy a extrañar —respondí, sintiendo las lágrimas correr por mis mejillas—. Pero esta es una gran oportunidad para mí, y no puedo dejarla pasar. —Lo sé —dijo él, con un suspiro—. Y te apoyo en todo lo que decidas. Solo… solo prométeme que no te olvidarás de mí. —Jamás podría olvidarme de ti —le aseguré, besándolo con pasión. Nos despedimos en el aeropuerto, con la promesa de mantenernos en contacto y de vernos pronto. Pero ambos sabíamos que la distancia iba a ser una prueba difícil (por no decir imposible). El vuelo a Los Ángeles fue largo, pero lo pasé pensando en todo lo que me esperaba. Estaba nerviosa, emocionada, y un poco asustada. Pero también me sentía decidida, motivada, y llena de esperanza. Al llegar al aeropuerto de Los Ángeles, me recibió mi nuevo jefe, un hombre joven y dinámico llamado Mark. Era todo lo contrario a Mr. Miller: amable, respetuoso, y con un gran sentido del humor, hizo varias bromas hasta sacarle una sonrisa a Isabella. Nos llevó a nuestro nuevo apartamento, un loft de 2 habitaciones super lindo, pequeño pero acogedor en West Hollywood, y me dio la bienvenida a la empresa. —Estoy muy contento de que te hayas unido a nuestro equipo, Fannia —me dijo Mark, con una sonrisa—. Sé que vas a ser un gran aporte para esta nueva sucursal. —Gracias, Mark —respondí, sintiéndome agradecida por la oportunidad. Los días siguientes fueron un torbellino de actividad. Tuve buscarle colegio a Isabella, hacer toda la gestión de inscripción, uniformes, útiles, etc. También tuve que aprender los procedimientos de la empresa, conocer a mis nuevos compañeros, y familiarizarme con el mercado inmobiliario de Los Ángeles. Era mucho para procesar, pero me sentía emocionada, desafiada, y llena de energía. Estaba aprendiendo cosas nuevas, conociendo gente interesante, y descubriendo una ciudad vibrante y llena de oportunidades. Y aunque extrañaba a mi familia, a mis amigas, y a Alejandro, sabía que había tomado la decisión correcta. Estaba construyendo una nueva vida para mí misma y para mi hija, una vida que me hacía sentir viva, feliz, y apoteósicamente fantástica.
Para ti
◉ Reflexiona sobre tus relaciones pasadas y lo que has aprendido de ellas.
◉ Identifica lo que buscas en una pareja.
◉ Analiza tu relación actual y si te sientes satisfecha con ella.
◉ Escribe una lista de las cosas que te gustaría cambiar o mejorar en tu vida amorosa.
Recursos
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La forja del carácter:
“El carácter se forja en el fuego de los desafíos. Con cada adversidad enfrentada, moldea tu ser con tenacidad y coraje, como el hierro se transforma en acero.”
© Soy Maryce.
«Las frases estoicas se suelen llamar «máximas estoicas» o «aforismos estoicos». Estas frases cortas y concisas encapsulan principios o reflexiones de la filosofía estoica, diseñadas para ser fácilmente recordadas y aplicadas en la vida diaria. Los aforismos estoicos son conocidos por su capacidad para inspirar autodisciplina, claridad mental y resiliencia ante la adversidad.
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