Capitulo 3 Mamá, Hija, Hermana y Amiga ¿Quién Soy Yo?
Capitulo 3 Mamá, Hija, Hermana y Amiga ¿Quién Soy Yo?
Parte 1 Despertar
2024
Capitulo 3 Mamá, Hija, Hermana y Amiga ¿Quién Soy Yo?
Ser mamá soltera es un reto, eso lo tengo claro. A veces siento que soy una malabarista con demasiadas pelotas en el aire, y que en cualquier momento se me va a caer todo. Pero a pesar del estrés, el cansancio y las ojeras perpetuas, Isabella es lo mejor que me ha pasado en la vida. Es una niña inteligente, graciosa, cariñosa… aunque también un poco rebelde y respondona, como buena preadolescente.
Esta mañana, por ejemplo, se levantó con el pie izquierdo porque no encontraba su sudadera favorita, la que tiene un estampado de unicornios vomitando arcoíris (sí, ya sé, un gusto un poco peculiar, pero así es mi hija). Se puso a hacer un berrinche digno de una actriz de novela, y yo, con la paciencia colgando de un hilo, tuve que respirar hondo y contar hasta diez (o hasta cien, no me acuerdo bien) para no perder la cabeza.
—Isabella, cálmate —le dije con un tono de voz que pretendía ser sereno, pero que probablemente sonó más como un regaño—. Ya vamos a encontrar tu suéter, pero tienes que dejar de gritar y ayudarme a buscar.
—No quiero ir al colegio —gritó ella, tirando la mochila al suelo—. Todos se burlan de mí porque soy rara.
—¿Rara? ¿Por qué dices eso? —le pregunté, preocupada.
—Porque aún me gustan los unicornios, y veo caricaturas, y no me gusta el minecraft ni el roblox—respondió ella, con los ojos llenos de lágrimas—. Y a los demás niños les gustan cosas normales, como el fútbol, el ballet y los videojuegos.
—Isabella, no hay nada de malo en ser diferente —le dije, abrazándola con fuerza—. De hecho, ser diferente es lo que te hace especial. No tienes que ser como los demás para ser aceptada. Sé tú misma, y las personas que de verdad valgan la pena te querrán por quien eres. (me acordé de mi mamá diciendo esto)
Isabella me miró con sus grandes ojos marrones, y una pequeña sonrisa se dibujó en su carita.
—Gracias, mami —me dijo, devolviéndome el abrazo.
En ese momento, mi corazón se llenó de amor y de orgullo. Y me di cuenta de que, a pesar de los desafíos, ser madre es el regalo más grande que la vida me ha dado.
Pero la maternidad no es mi único rol. También soy hija, hermana, y amiga. Y a veces, en medio de todo este caos de roles y responsabilidades, me pregunto: "¿Quién soy yo?". ¿Soy solo la mamá de Isabella, la hija de Lucía, la hermana de Anna, la amiga de Sofía, Gabriela y Cristina? ¿Dónde queda Fannia, la mujer, con sus sueños, sus deseos, sus miedos?
Mi mamá Lucía es mi gran apoyo, me ayuda con Isabella, con la casa, con todo. Es una mujer fuerte, luchadora, que ha sabido reinventarse a sí misma después del divorcio y la emigración. A veces chocamos, como todas las madres e hijas, pero la amo con locura y le agradezco todo lo que hace por mí.
Mi hermana Anna es mi cómplice, mi confidente, mi mejor amiga. Es una chama alegre, despreocupada, que vive la vida al máximo. A veces me preocupa su falta de compromiso, pero sé que tiene un buen corazón y que siempre estará ahí para mí.
Y luego están mis amigas: Sofía, Gabriela y Cristina. Mi grupo de apoyo incondicional, las que me escuchan sin juzgar, las que me hacen reír hasta que me duele la barriga, las que me acompañan en las buenas y en las malas.
Sofía es la más centrada del grupo, la que siempre tiene los pies en la tierra. Es psicóloga y me da los mejores consejos, aunque no siempre los siga. Gabriela es la más fiestera, la que siempre está dispuesta a salir a bailar y a tomar unos mojitos. Cristina es la más espiritual, la que me habla de chakras, energías y cristales.
Entre todas formamos un equipo perfecto, nos complementamos, nos apoyamos, nos queremos. Y aunque cada una tiene su vida, su trabajo, sus problemas, siempre encontramos tiempo para reunirnos, para contarnos nuestras cosas, para desahogarnos, para reírnos juntas.
Como la semana pasada, cuando fuimos a un karaoke bar y cantamos a grito pelado canciones de los 80 y los 90, haciendo el ridículo pero divirtiéndonos como nunca. O como la vez que fuimos a un retiro de yoga en las montañas, y terminamos haciendo más senderismo y tomando vino que meditando.
Mis amigas son mi refugio, mi espacio seguro, el lugar donde puedo ser yo misma sin miedo al juicio. Con ellas puedo hablar de todo, desde mis problemas amorosos hasta mis dudas existenciales, y siempre me escuchan con atención y me dan su apoyo incondicional.
Pero más allá de todo, a veces, siento que me he perdido a mí misma en el camino, que he dejado de lado mis propias necesidades para cumplir con las expectativas de los demás.
He sido la hija obediente, la estudiante aplicada, la madre responsable, la amiga incondicional… Pero, ¿quién soy yo cuando estoy sola? ¿Cuáles son mis pasiones, mis talentos, mis sueños?
Necesito reencontrarme, reconectar con mi esencia, descubrir quién soy y qué quiero en la vida. Necesito dejar de ser solo la mamá de Isabella, la hija de Lucía, la hermana de Anna, la amiga de Sofía, Gabriela y Cristina… y empezar a ser Fannia.
Y para eso, creo que lo primero que tengo que hacer es dejar de buscar la aprobación de los demás y empezar a escuchar mi propia voz interior. Esa vocecita que me dice que merezco ser feliz, que tengo derecho a soñar, que puedo lograr lo que me proponga.
Esa vocecita que ha estado silenciada durante demasiado tiempo, pero que ahora está empezando a hacerse oír.
Es hora de prestarle atención. Es hora de empezar a vivir mi propia vida.
Agosto 2023
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Después de dejar a Isabella en su clase de pintura, decidí darme un gusto y fui a una librería.
Me encanta el olor a libros viejos, la sensación del papel entre mis dedos, la posibilidad de perderme en un mundo de historias y aventuras.
Mientras recorría los pasillos, me encontré con un libro que me llamó la atención: "El camino del artista" de Julia Cameron. Lo hojeé un poco, y me di cuenta de que era justo lo que necesitaba. Un libro sobre creatividad, sobre autodescubrimiento, sobre cómo liberar el artista que todos llevamos dentro.
Lo compré sin dudarlo, y me fui a casa emocionada por empezar a leerlo. Esa noche, después de que Isabella se durmió, me preparé una taza de té, me puse cómoda en el sofá, y abrí el libro.
Las primeras páginas me impactaron. Julia Cameron hablaba de la importancia de la creatividad en nuestras vidas, de cómo nos ayuda a conectar con nuestra esencia, a expresar nuestras emociones, a encontrar nuestro propósito.
Y me di cuenta de que tenía razón. Yo siempre había sido una persona creativa, pero la había dejado de lado por las responsabilidades, por el miedo, por la falta de tiempo.
Pero ahora era el momento de recuperarla. Era el momento de volver a escribir, a pintar, a bailar, a crear. Era el momento de dejar que mi artista interior saliera a la luz.
Cerré el libro con una sonrisa en los labios y una sensación de esperanza en el corazón. Sabía que este era el comienzo de algo nuevo, de algo maravilloso.
Era el comienzo de mi viaje de autodescubrimiento. Era el comienzo de mi camino hacia una vida apoteósicamente fantástica.
Para ti
⦿ Escribe una lista de tus roles y responsabilidades en la vida.
⦿ Reflexiona sobre cómo te sientes en cada uno de esos roles.
⦿ Identifica tus propias necesidades y deseos.
⦿ Escribe una carta a ti misma, expresando quién eres y qué quieres en la vida.
Recursos
«6 de Copas»
«Comer, rezar, amar» con Julia Roberts
La tormenta interna:
“Como el árbol que se mantiene firme ante la tormenta, mantén la calma en tu corazón aunque los vientos de la vida soplen fuerte.”
© Soy Maryce.
«Las frases estoicas se suelen llamar «máximas estoicas» o «aforismos estoicos». Estas frases cortas y concisas encapsulan principios o reflexiones de la filosofía estoica, diseñadas para ser fácilmente recordadas y aplicadas en la vida diaria. Los aforismos estoicos son conocidos por su capacidad para inspirar autodisciplina, claridad mental y resiliencia ante la adversidad.
Repite este aforismo en diversos momentos del dia.